La estrategia Wealthinking plantea al cliente propuestas y carteras de inversión para cada uno de sus objetivos vitales. La atención personalizada de los asesores de Tressis, herramientas profesionales de planificación financiera y fiscal, y el apoyo de un equipo de especialistas, son la clave del servicio.
En ASFIR creemos que el asesoramiento personalizado y el acompañamiento continuo al cliente son las máximas que definen el futuro de la banca privada. Con la estrategia Wealthinking, apostamos firmemente por el cliente haciendo que él, su familia y sus metas vitales, sean los protagonistas reales de todas las áreas de nuestro negocio”.
Un plan de negocio familiar
En la estrategia Wealthinking, el cliente y su familia son analizados como si de una empresa se tratara, realizando un plan de negocio para la propia persona y/o su núcleo familiar. Mediante este proceso se busca lograr que las metas vitales condicionen las decisiones financieras, no al revés, y eliminar, en la medida de lo posible, la incertidumbre financiera en nuestro futuro.
“La rentabilidad no es un objetivo, sino un instrumento que nos permite alcanzar nuestras metas vitales y es necesario entenderla dentro del contexto personal y patrimonial de cada cliente”.
Planificar según los objetivos vitales
Wealthinking clasifica en seis grandes categorías los objetivos vitales que pueden perseguir los clientes:
1. Jubilación: siendo previsores en la planificación dado que los objetivos financieros que no se alcancen antes de la jubilación, difícilmente se conseguirán tras empezar el retiro.
2. Previsión y familia: optimizando la gestión de las inversiones para cubrir posibles contingencias y garantizar una estabilidad económica ante imprevistos como una situación de desempleo prolongada o una enfermedad grave.
3. Formación: proyectando los gastos de su propia formación o la de sus hijos, ya sean estudios en el extranjero, una buena universidad o un master.
4. Vivienda: planificando el patrimonio inmobiliario para elegir la mejor alternativa financiero-fiscal.
5. Cuarta edad: incluyendo en el plan financiero partidas para poder afrontar los gastos extraordinarios que supongan contar con ayuda doméstica extra, cubrir la dependencia o una posible adaptación de vivienda.
6. Más metas: la solidaridad (inversiones socialmente responsables), filantropía u otros proyectos como invertir en arte, constituir una nueva empresa, viajar… son partidas que también necesitan ser planificadas.
El cliente tendrá una o varias carteras adaptadas y personalizadas según sus objetivos vitales. Además, estas carteras estarán en constante actualización teniendo en cuenta que las circunstancias personales pueden ir cambiando, así como las proyecciones e hipótesis (financieras y fiscales) tomadas en cuenta. Por tanto, más allá del asesoramiento, Wealthinking es un proceso de acompañamiento al cliente.